Despidiéndose de mi amor

Capítulo 192



Capítulo 0192

La intensa sensación de descontento en lo más profundo de Julio fue reprimida a la fuerza cuando sostuvo el delicado rostro de Silvia y la besó directamente.

Fue entonces cuando ella se dio cuenta de que la mano de él estaba herida y sangraba. No sintió ninguna compasión, sino que se apartó con fuerza de él.

-¿Olvidaste lo que te dije? Ya no seguiré nuestras promesas.

Los labios de Julio rozaron su mejilla mientras escuchaba sus crueles palabras, su respiración se volvió muy pesada. Él le explicó:

-Le debo a Natalia y tengo que pagarle.

El corazón de Silvia se apretó, sin poder encontrar palabras adecuadas:

-¿Y qué pasa con tu deuda conmigo?

¡Natalia había salvado precisamente la vida de su madre! Y ella también lo había salvado a él. ¿Por qué tratarla de manera tan diferente?

Julio no entendía muy bien lo que ella pensaba en su corazón, creyendo que cuando mencionaba la deuda, se refería a la falta de atención en los tres años de matrimonio.

Te prometo que en el futuro te trataré bien.

Era la primera vez que Julio cedía ante alguien. Si hubiera escuchado esas palabras hacía cinco años, Silvia habría estado extremadamente feliz, pero ahora en realidad ya no confiaba en él.

-Estoy cansada, quiero descansar.

Julio la levantó en brazos y la llevó directo hacia la habitación.

Durante la noche, Julio la abrazada a la fuerza. Él no sabía por qué, pero simplemente no podía conciliar el sueño. Cuando regreso hoy, cada vez que cerraba los ojos, volvía a ver de nuevo la vacía habitación. La herida en su mano aún le dolía un poco.All text © NôvelD(r)a'ma.Org.

Después de un tiempo, Silvia le habló de repente:

-¿Puedo saber cómo Natalia salvó a tu madre?

Ella no tenía idea de lo que había sucedido.

Julio le contó detalladamente la historia del accidente, debido a un complot contra Nadia y David, quienes viajaban en el mismo coche hacia la empresa.

Silvia quedó completamente sorprendida al escucharlo. Solo ahora entendía con claridad, por qué David era realmente tan amable con Natalia, y también entendía muy bien por qué Julio

era tan tolerante con ella. ¡Resultó que Natalia tomó el crédito por salvar a su madre! Ella apretó fuertemente el dobladillo de la camisa de Julio, sus manos temblaban.

-Si... si, digamos, si no fue ella quien salvó a tu madre, sino yo, ¿me creerías?

Julio se quedó atónito por un momento. Antes de que pudiera responder, Silvia rápidamente continuó:

-No pienses demasiado en ello, solo estaba bromeando. Estoy muy cansada, me voy a dormir.

Silvia cerró al instante los ojos. No sabía qué le había pasado. Después de decirlo, no se atrevió a esperar la desconfiado demasiadas veces, se había

respuesta de él. Tal vez era porque habr burlado de ella demasiadas veces, y la había ignorado por muchísimo tiempo. Ya no confiaba en que él creería en ella. Además, ese incidente había ocurrido justo hacía más de una década, y ella no tenía prueba alguna para demostrarle la verdad. Seguir hablando de ello solo sería humillarse a sí misma.

Julio tampoco se tomó en serio las palabras de Silvia. Después de todo, cuando su madre tuvo el accidente, él llegó al hospital y quien cuidaba a su madre era precisamente Natalia, esto lo vio con sus propios ojos.

Abrazando a Silvia,

só mucho tiempo antes de que Julio finalmente se durmiera.

Después de quedarse dormido, tuvo

un sueño en el que Silvia se iba de am

nuevo a escondidas xesa vez sin que é la encontrara nunca más. Cuando se despertó bastante alarmado, aún era de

noche. Instintivamente miró hacia su lado.

Silvia ya no estaba en sus brazos, sino que estaba durmiendo en un rincón.

Julio la tomó de nuevo en sus brazos y la abrazó con más fuerza. Quería volver a dormir, però el sonido de su teléfono vibrando lo interrumpió en ese momento. Era una llamada de Adrian.

Se levantó en completo silencio y fue a la terraza antes de contestar la llamada.

-¿Qué sucede?

-Señor, justo ahora el gerente

financiero me dijo que su cuentan personal ha sido hackeada, i han desaparecido más de 7 mil millones de su cuenta!


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