Capítulo 194
Capítulo 0194
Viviana tomó el teléfono en ese momento con renuencia.
-¿Ya llegaste?-la voz masculina en el otro extremo era ronca y seductora.
Estoy en camino-respondió Viviana antes de colgar, Indicándole al conductor que parase el coche a un lado. Caminó con tacones altos hacia el restaurante más cercano.
El restaurante entero había sido reservado por David. Cuando entró, aparte de los meseros, solo estaba él.
David aún llevaba puesto su impecable bata blanca y estaba sentado junto a la ventana, mirando fijamente hacia afuera. Cuando no hablaba, emanaba un aire refinado y guapo que no le iba a la espalda de la imagen en la mente de Viviana.
Pero ella rápidamente apartó la mirada, regañándose por ser realmente tan ingenua. Ese tipo de hombre solo tenía una bonita apariencia superficial.
Se acercó directamente a él.
-Señor Nápoles.
David se volteó de inmediato para mirarla. Con una estatura de 1.65 metros, llevaba el cabello recogido en una pequeña moña y tenía una cara redonda, lo que la hacía parecer una recién graduada universitaria.
Él la examinó detenidamente, tratando de recordar muy bien cuándo la habia conocido. Justo cuando él estaba a punto de preguntarle a Viviana cuándo se hablan visto anteriormente, ella le
habló de forma directa.
-Estoy aquí porque mi padre me amenazó, espero que no lo malinterpretes.
Viviana no se sentó, miró hacia abajo al hombre un poco perezoso frente a ella, y continuó:
-Por favor, dile a tu abuelo que no estoy a tu altura, ni a la de tu familia Nápoles. Pidele que se lleve de regreso el dinero dado. David se quedó atónito.
-¿El dinero?
Entonces se dio cuenta de que su abuelo lo había engañado. Le habia prometido que, si trabajaba muy duro en el hospital, no tendría que casarse con Viviana, pero el señor había entregado secretamente el dinero como el regalo para la familia García. -¿No lo sabías?
Viviana también estaba bastante confundida.
-Por supuesto que no dijo David con total determinación.
-Ya te lo dije antes, puedo aceptar al niño, pero en cuanto a ti, te compensaré.
-¿El niño? ¿De qué estás hablando?
Viviana estaba aún más confundida con esto.
David le pasó un cheque en blanco.
Llénalo tú misma.
Viviana seguía muy desconcertada. Realmente no entendía lo que David quería decir. Ella vino aquí para aclarar las cosas con él, ¿por qué le estaba ofreciendo dinero?
Pero cuando pensó en la enorme deuda que Silvia le debía a Julio, se quedó indecisa si debía en ese momento aceptarlo o no. -¿Quieres decir que puedo llenarlo con la cantidad que quiera?
-Siempre y cuando no interfieras en mi vida, ni recurras a ciertos métodos para hablar con mi
abuelo.
Viviana se enojó un poco.
-Ni siquiera conozco a tu abuelo...
David la interrumpió por un momento.
No me interesa saber de eso,
Viviana no se molestó en explicarle más, Si alguien estaba dispuesto a darle dinero, ¿por qué no aceptarlo?
-Quiero cien mil millones.
Si le daba a Silvia ochenta mil
millones y se quedaba con veinte mil
millones, nunca tendría. que
Com
preocuparse por el resto de su vida,
n tendría que vivir bajo el control dePlease check at N/ôvel(D)rama.Org.
Etendra patel
su padre. Pensó que como el príncipe de la familia Nápoles, David no debería preocuparse para nada por esa cantidad de dinero, pero para su sorpresa, él la miró con desprecio.
-¿Estás bromeando?
¿Cien mil millones por un hijo? ¿Por qué no lo robaba directamente?m David ahora despreciaba aún más a la mujer frente a él, y no entendía muy bien qué veía su abuelo en ella.
-Cien millones, tómalo o déjalo-dijo, sin preocuparse por la forma cómo se conocieron.
-Lleva al niño a mi villa privada en unos días agregó antes de querer deshacerse de Viviana. Read the latest
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Ese pequeño bastardo era su hijo después de todo, y no podía permitir que estuviera con una
madre tan codiciosa como esta.
¿Otra vez el niño? Viviana se preguntó apresuradamente antes de que David se fuera.
-Sabes a qué me refiero, ¿verdad?
Viviana estaba desconcertada por completo. ¿Qué quería decir con eso? ¡Era completamente
absurdo!