Capítulo 106
Capítulo 106
Capitulo 0106
La madre de Cira estuvo en el hospital durante cinco dias y ya podia regresar a casa.
El dia que
le dieron de alta, Cira pidid prestado un coche a un amigo y los Ilevé de vuelta al pueblo de Pueblo Fuenteserena, donde incluso almorzaron en casa.
El almuerzo lo preparé su padre, y después de comer, Cira lavé los platos, sintiendo vagamente que volvia a la sensacién de estar en familia.NôvelDrama.Org (C) content.
Desde la sala de estar se oian voces. Cira, con las manos ya secas, salié y vio que era su hermana mayor y su cufiado, quienes habian venido con su hija a visitar a la abuela.
Cira ya los habia visto una vez en el hospital, pero después de tantos afios sin . verse, y ahora que su hermana se habia casado y formado una familia, viviendo en un ambiente y circulo social diferente, era natural sentirse distanciados..
Cira, de hecho, estaba muy encarifiada con su pequefia sobrina que alin estaba en pafiales, y la sostuvo en brazos durante un buen rato.
Mas tarde, cuando su hermana y su cufiado se iban a ir, Cira también se estaba yendo, asi que aprovechd para llevarlos a su casa.
Al salir, su padre la siguié y le entregé un pequefio paquete: -Esto es lo que tu madre queria darte. Al abrirlo, Cira se sorprendié al ver dinero. Su primer instinto fue devolverlos: -No es necesario, todavia tengo dinero.
Estos son de Afio Nuevo, cada afio, tu madre le da uno a tus hermanas, y también te prepara uno a ti, siempre pensando en dartelo cuando tuviera la oportunidad, para que sepas que no te hemos olvidado en casa.
Cira bajo la vista hacia el dinero en su mano, sintiéndose algo amarga.
Su padre, avergonzado, dijo: -No digas que tienes dinero, eres una chica, ¢ cuanto puedes ganar? La operacion de tu madre no es una pequefia cantidad, yo también he ahorrado diez mil, y tu hermana mayor también contribuira un poco. Somos una familia, tenemos que compartir la carga. de compartir la carga.
Antes de subir al coche, Cira miré el dinero en el paquete. No era mucho, solo unos cientos, pero al sostenerlo en sus manos, se sentia mas pesado que miles o decenas de miles.
En el coche de regreso a la ciudad, el cufiado de Cira preguntd cortésmente donde estaba trabajando ahora.
Cira no oculté la verdad y confes6: -Acabo de renunciar, todavia estoy buscando trabajo.
— Oh, oh, creo que eres muy capaz, Cira, seguro que no sera dificil encontrar trabajo.
Cira solo sonrio, los llevé a su casa, luego devolvié el coche a su amigo y finalmente tom6 el metro de vuelta a su apartamento. Después de todo ese ajetreo, llegé a casa ya de noche.
Encendio la computadora y se conect6 al correo electrénico, y como era de esperar, aparte de los correos de publicidad, no habia nada mas.
Todavia no habia encontrado trabajo.
Las empresas que habian mostrado interés en ella antes, contactandola a través de cazatalentos, ya la habian rechazado, y ella solo podia enviar su curriculum. Pero, después de enviar su curriculum, era como si hubiera caido en un pozo sin fondo, sin ninguna respuesta.
Con su experiencia, no deberia ser asi, pero todo era culpa de Morgan. Cira tom6 los tres sobres rojos, sintiéndose amarga y entumecida por dentro.
Habia pensado que cuando su madre le pidid hace tres afios que no volviera a contactarla, era como si ya no la considerara su hija. Pero resulta que su madre todavia pensaba mucho en ella, todavia la amaba.
Si no fuera por la enfermedad de su madre, con sus ahorros, no habria problema en esperar un poco mas, pero ahora... Cira volvié a encender la computadora y envid su curriculum a varias empresas pequefias.
En la noche, sin muchas actividades interesantes para entretenerse, Morgan y algunos amigos empezaron a jugar billar en la sala de arriba de Palacio del Oeste..
Morgan golpeé la bola blanca con el taco, dispersando las quince bolas de colores alineadas y haciendo que cinco de ellas cayeran en los agujeros.
Ramon coment6 con una sonrisa: -Esa fue una buena jugada.
Morgan solo sonrid sutilmente.
La puerta del salon se abrid desde afuera, dejando entrar la luz roja tenue y el ruido de la musica, junto con un hombre que entré.
Fui a la barra a buscar una bebida y escuché a una chica joven preguntando al barman si Morgan estaba en Palacio del Oeste dijo el hombre mientras cerraba la puerta, manteniendo fuera todo ese alboroto.
Pero al levantar la vista, sus delicadas cejas y ojos eran incluso mas
desenfrenados que la musica.
Luis Rivera. Mas que su apariencia, su caracter y su estilo de hacer las cosas eran realmente salvajes.
También era el unico entre ellos que no provenia de una familia destacada, pero atin asi era capaz de mezclarse en todos los circulos, siendo llamado sefior Rivera por muchos.
Incluso Palacio del Oeste, un conocido club de entretenimiento en la ciudad de Sheron, era de su propiedad. Ramon, curioso, pregunto: -; Qué chica joven?
Luis abrié una botella de cerveza. Siendo de la capital, hablaba con un acento de esa regién: -Le eché un vistazo, no la conozco. ,Acaso Morgan ha atraido alguna deuda de amor mientras yo no estaba?
Luis habia estado fuera por medio afio, y durante ese tiempo, Morgan ciertamente habia adquirido una deuda amorosa. Ramon, pensativo, pregunto: Era una chica delicada y tierna? ~Keyla?
Luis se rid con desenfado: ~Qué chica joven no es delicada y tierna? No todas
son como la secretaria Lopez, siempre con esa actitud fria. Esta era bastante