Capítulo 258
Capítulo 258
Capitulo 258
Las miradas se cruzaron, ninguno decia nada.
Silvia nunca penso que se encontraria con lan en el hospital.
Esta situacion le recordaba a la primera vez que intimaron, también fue en un hospital
El estaba borracho y la acorralé contra el sofa, la poseyé locamente
Obviamente lan también estaba pensando en el pasado.
Siempre fue cauteloso y reflexivo, siempre pensaba en las consecuencias antes de actuar
Pero en su relacion con Silvia, no tuvo tiempo de considerar las consecuencias, fue seducido por una chica 16 afios menor que él, probablemente la cosa mas loca que habia hecho en su vida.
No era porque ella era joven y atractiva.
lan habia conocido a muchas bellezas, algunas incluso mas hermosas y encantadoras que ella, y que sabian como complacer a los demas
éA diferencia de ella, que solo sabia abrazarlo y llamar a lan como un gatito? jEsos constantes llamados a lan, lo tenian obsesionado! Después de un rato, fue lan quien rompid el silencio Viniste a ver a Cecilia?”
Silvia quedo atonita durante un buen rato antes de asentir con la cabeza: “Si, ella esta mucho mejor. Deberia ser dada de alta mafiana’” lan estaba a punto de decir algo
Cuando Gonzalo Pérez salié del ascensor, se sorprendié un poco al ver a Silvia, pero después de todo, era un veterano en el mundo corporativo, rapidamente recuper6 la compostura y le saludo con una sonrisa Srta. Bécquer!”
Silvia asintid con la cabeza y le dijo a lan “Me voy.”
lan le agarro la mano. “Espera un momento!”
El secretano Gonzalo inhalé profundamente y se gird hacia un lado. Silvia trato de liberarse, pero lan era demasiado fuerte no podia soltarse. “Tenemos que hablar!” Dijo lan en voz baja.
Finalmente, entraron en una tranquila cafeteria. El secretario Gonzalo pidié un cuarto privado y se quedo afuera, cumpliendo diligentemente con su deber
En el cuarto privado.
lan despidié al camarero y sirvid el café personalmente.
Siempre habia sido servido por otros. pero le encantaba preparar su propio café en su tiempo libre y preparaba un buen café. Una vez que estuvo listo, le sirvid una taza a Silvia.
“Pruébalo”
Silvia fruncid los labios “No tomo café
lan mostr6 una leve sonrisa indulgente, su tono era incluso algo tierno. “Me olvide, te gusta el te helado y las empanadas... Silvia la miré en silencio.
El hombre frente a ella todavia irradiaba elegancia y erudicion, como lo recordaba. Solia perderse en ese mundo, pero ya no queria estar alli. Hablo friamente Sr Molina me trajo aqui solo para esto?
lan se acercé a un pequefio refrigerador y le sirvid una bebida. Silvia no la tocd. Le puso una pajita y luego dijo suavemente. “Silvia, siempre he querido saber como has estado estos ultimos dos afios”
El coraz6n de Silvia se entumecio un poco
Levanto la cabeza ligeramente y dijo como si no fuera nada “Muy bien! Experimentando la vida!” Lo dijo de manera ligera, pero lan sabia que no era tan simple.
jSiempre habia sido consentida y no sabia hacer nada!
Queria preguntar mas, pero Silvia sonno ligeramente y contraataco: “; Qué quiere saber el Sr. Molina? ¢Quiere saber cuanto me he esforzado, para luego confesar que lamento no haberle dicho que estaba embarazada, o por qué no aborté?”
lan se puso palido Pero aun asi sonno “No digas tonterias!”
Silvia bajo la mirada “Me tratabas como a una nifia gverdad? Sr Molina, siempre me viste como una nifia ¢Como pudiate tener una relacién conmigo? ¢ Te consaste de tus amistades habituales y buscaste algo nuevo? Se contuvo emocionalmente “Mira, hay muchas diferencias entre nosotros. Te gusta el cafe y el ajedrez, a mi me gusta el té halado, el pollo frito y las noches de fiesta Siempre fuimos personas de mundos diferentes El Sr. Molina dijo que no eramos compatibles, y no lo discuti. Segui su consap y olvidé todo lo que pasé en el pasado Entonces, gqué estas haciendo ahom?”
El coraz6n de lan estaba dolondo
Después de todo, eran muy diferentes Como no podria air al rencor an sus palabras? Tenia razon en resentirse!
En aquel entonces, estaban muy enamorados, am dulce y loco.
Cualquier mujer, inocente o astuta, pensaria que el hombre al final se casaria con ella. lan también lo habia pensado.
jPero el la decepciond!
lan queria tomar su mano, pero ella se nego...
Ella recompuso su compostura ‘Lo siento, perdi la cabeza! Si quieres ver a Daniel Molina, que tu secretaria se ponga en contacto conmigo, yo lo arreglaré!”
lan hablé con voz suave “;Puedo llevarla a Chalet Etoile?”
Silvia se sorprendio visiblemente Queria rechazarlo, pero la familia Molina y la familia Bécquer estaban relacionadas por matrimonio, no podia rechazarlo. lan no la presiond mas. Simplemente queria hablar con ella hoy Hacia mucho tiempo que no tenia una conversacion sincera con alguien, sin intrigas ni manipulaciones, solo una conversacién de un hombre a una mujer Silvia se fue apresuradamente
Cuando lleg6 al estacionamiento y estaba a punto de entrar en su auto, vio algo que la detuvo.
Al otro lado, se bajé la ventana trasera del auto de lan, y en el interior estaba sentada una mujer madura y hermosa.
Silvia la reconocia
Paulina Rubin, una de las subordinadas de lan y también su amante. La mujer le asintid a Silvia.
La mujer la saludo.
Silvia se no friamente, era increible, llevaba a su subordinada en un viaje de negocios mientras le hablaba con tanto afecto. iViejo canalla!
lan salid de su auto y también bajo la ventana. Fruncid el cefio y se acercé a Silvia “La traje por motivos de trabajo”
Silvia respondié con calma “Sr. Molina, no necesitas explicarme nada. Ademas... ,te atreves a decir que nunca paso nada entre tu y ella?”
lan guardo silencio
Eso fue hace mucho tiempo, una aventura de una noche.
Ahora solo eran colegas
Silvia no dijo nada mas, se subidé a su auto, se puso el cinturén de seguridad y piso el acelerador. El auto rojo deportivo paso junto a él.Belonging to NôvelDrama.Org.
En ese momento, lan vio una lagrima en la esquina de su ojo, deslizandose suavemente.... éSilvia estaba llorando?
lan apreto los labios, mirando el escape del auto de Silvia
Su subordinada, la Srta. Rubin, salié del auto y se acercé a él, diciendo consideradamente “Sr. Molina, hay algun malentendido entre usted y la Srta. Bécquer? ¢ Quieres que lo explique?”
lan se sintid desanimado
Se giro y miré a su hermosa subordinada, su rostro se volvié inmediatamente imperturbable. lan sonrio con calma “;Malentendido? La nifia solo estaba defendiendo a su hermano.”
Sin mencionar nada sobre su relacion con Silvia, la mujer sonrid ligeramente.
El secretario Gonzalo se acercé rapidamente. Habia visto la escena antes y reprendi6 al conductor, diciendo: “;Por qué trajiste el auto aqui?” El conductor se sintid incémodo y respondio “La Sra Blue lo pidio”
El secretario Gonzalo se volvié hacia lan “Sr Molina, ahora lan respondié con indiferencia Ustedes vuelvan al hotel primero, voy a ver a Cecilia.” El secretano Gonzalo, quien mejor conocia sus intenciones, se volvid hacia la Srta. Rubin y sonné: “Parece que el Sr. Molina
pasara la noche en la casa de la sefiorita Bien, relajémonos también. Paulina, esta noche te llevare a tomar unas copas. La vida nocturna de Bogota no tiene comparacién con Medellin”.
Después de que el secretario Gonzalo se fuera, lan se quedo en el estacionamiento fumando tres 0 cuatro cigarrillos
Cuando Silvia lloro, el supo que ella atin lo amaba. Su corazon se sintid abrumado. Desearia poder deshacerse de las ataduras y proporcionarle un hogar, para que ella no tuviera que llorar sola Pero, gpodria hacerlo en este momento? No, no podia
lan, con su cigarro blanco en la mano, cruzé la calle
Su apariencia y carisma eran excepcionales, y muchas mujeres no podian resistirse a echarle un segundo vistazo, sin importar que ya hubiera pasado los
cuarenta Llego a la sala de hospital y golpad la puerta La puerta fue abierta por Flynn, quien se sorprendio al verio, pero su actitud no fue mala
Flynn parecia haber olvidado por completo la pelea en Medellin, hablaba con un tono tan calmado y agradable que hasta le sirvid agua a lan, discutiendo con normalidad sobre la situacion de Cecilia Al final incluso afiadio “jSi el tio hubiera llegado media hom antes, hubiera podido ver a Silvial”
lan, con el vaso en la mano, respondié pensativo “Ya la vil Compartimos una taza de caldTM
Flynn, apoyado en el sofa, sonrié “; Silvia tomando cale? ,Acaso estas intentando que experimente la vida de la tercera edad, tio? No puedo entender como terminaron juntos No parece que encajen an absolutol
lan se sintid incémodo por sus palabras.
Dejo la taza de café y sonid “De todas formas, tenemos a Daniel. Es un vincula que siempre estara ahi. Pero debo admitir que to envidio un poco, Flynn. Si vusives con Clara, habras estado casado dos veces. Eso es algo que ya no podria hacer! Ja, ja
Flynn hoje algunos documentos...
Luego miré a lan, quien continuaba tomando su café con absoluta tranquilidad.
Cita a ciegas...
lan apreto la taza de café hasta que sus dedos se pusieron palidos de manera casi imperceptible.
Flynn miré su mano y sonrid ligeramente “Toma tu café, tio!”
lan sonno forzadamente.
Afortunadamente, en ese momento Ceci desperto. Se senté en la cama y, frotandose los ojos, llamé a lan
lan realmente la adoraba.
Aunque se sentia mal, se acercé a la cama y levant6 a Ceci, la beso y sacd un amuleto de su bolsillo para ponérselo Lo habia conseguido en un monastero de Medellin, bendecido por un monje
Flynn, perceptivo como siempre, noto el gesto y su tono se suaviz6 un poco “Fue un buen gestol
lan, abrazando a Ceci, le pregunté en voz baja a Flynn sobre la proxima audiencia de Joana, y él le explicd todo con detalle lan reflexiono y murmuro Por si acaso, iné a hablar con algunas personas.
Bes6 a Ceci
No permitiria que Clara o Ceci fueran lastimadas por esa mujer loca de nuevo...
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