Capítulo 87
Capitulo 87
Kent respiraba con dificultad, golas de sudor se formaban en su frente, estaba claro que tenia fiebre alta y su cuerpo se balanceaba inestablemente.
Me abrazo por detrás y habló en voz baja. “Ainara… tengo miedo.”
¿Miedo, e17 Si cuando aparecia, todos los demás temblaban….
Especialmente gente como Laura, que se divertian acosando a otros, pero Kent, él siempre parecia querer matar a alguien.
“Ustedes definitivamente… tienen un propósito oculto, jestar de lado con este loco asesino! Hoy que se atrevieron a venit, no van a poder irsel Laura decia enfadada, pidiendo a las personas que la rodeaban que
actuaran.
Helda aun no reaccionaba, y yo, agarrando a uno de ellos, empecé a correr hacia la salida.
Kent, arrastrado por mi, tropezó y casi no logra mantenerse en pie.
Laura habia traido a tres tipos, todos grandes y fuertes. Como dice el dicho, el que se retira a tiempo no es cobarde, mejor es evitar el peligro que enfrentarlo.
Helda y yo corrimos rápidamente hacia afuera, empujando frenéticamente el botón del ascensor.
“¿Pero qué haces usando el ascensor, llamaste a la policía o qué?” pregunté mientras corriamos.
“¿Cómo iba a saber que nos iban a atacar…?” Helda me siguló, protestando.
“Estás loca…” Suspiré sin consuelo. This content © Nôv/elDr(a)m/a.Org.
Helda dejó de correr y me miró de nuevo.
Yo estaba confundida. “¿Qué miras… corre!”
Helda no dijo nada y miró hacia el pasillo vacio. “¿Dónde está la gente?”
Yo también me quedé sorprendida, ¡Kent no habla salido!
“¡Kent!” Casi sin pensar, corri de vuelta.
¡Estaba enfermo!
“¡Kent!” Tomé un extintor del pasillo y entré de nuevo, no podía quedarme mirando cómo lo golpeaban.
Al entrar al salón, me quedé helada; no hacía falta que interviniera, todos estaban tirados en el suelo, quejándose dolorosamente.
Laura estaba sentada en el suelo, pálida de miedo. “Un loco… es un loco…”
Kent dejó caer el palo que tenía en la mano, se limpió la sangre del borde de sus labios y me sonrió.
Alli estaba yo, con el extintor en las manos, paralizada.
Su piel era muy blanca y el enrojecimiento de la sangre creaba un claro impacto en su rostro.
Quién sabe, después de golpear a esos tipos aún tenia la audacia de sonreirme, no sabia el efecto que tenia.
Mi corazón pareció saltarse un latido. Tiré el extintor y agarré a Kent para salir de alli.
En todo el camino, no dije ni una palabra, la atmósfera era tensa, y Kent tampoco habló, siguiéndome obediente como un niño que ha hecho algo mal, siempre con la cabeza gacha.
Capitulo 87
No fue hasta que lo llevé a un lugar seguro que no pude contenerme y comencé a regañarlo. “¿Estás loco? ¿No sabes que estás enfermo? ¿Qué haces saliendo así?”
Kent parecia lastimado, se sentó en el borde de un jardin dejándome reprenderlo.
“¿Qué pasaría si te lastimas? ¿Por qué no sabes cómo cuidarte?”
Mientras lo regañaba, me acerqué a examinar su rostro, lleno de sangre.
Seria una pena si ese rostro se dañaba.
Sonrió y me dijo en voz baja, “No es mi sangre.”
Lo empuje por la barbilla, aún algo enojada. “¡No te rias! ¿Cómo llegaste aqui? ¿Cómo me encontraste?”
No respondió, volviendo a bajar la cabeza.
Se negaba a decirme cómo me habia encontrado.
Mientras tanto, Helda, exhausta, jadeaba por el esfuerzo y se agachó en el suelo. “Deja de ser tan dura con él… miralo, está hecho pedazos, parece un pobrecito.”
“¡Y tú! Me llamaste tan segura de ti misma, pensé que tenías todo bajo control, jal menos podrías haber llamado a Lucas, no? ¡Qué manera de actuar en solitario! ¿Qué hubieras hecho si algo malo pasaba?” Perdi un poco el control y también regañé a Helda con firmeza.
Helda se quedó inmóvil, dejándome desahogarme.
Después de un rato, finalmente habló. “¿Qué relación tienes con este sospechoso criminal?”
“¿Qué sospechoso criminal?” Inconscientemente había olvidado que Kent era un asesino… ese era un cambio de pensamiento bastante perturbador.