Capítulo 90
Capítulo 90
“Ay, señora Linares, la familia Linares ha tenido un revés, como ya ha visto. Ahora no queda nadie en la familia Linares. El patriarca tuvo un accidente, el joven Federico también… El único heredero de la familia Linares ahora es el joven amo Osvaldo, y el niño que lleva en su vientre.”
Nicanor hablaba con un tono cargado de significado.
Instintivamente bajé la mirada hacia mi vientre, y en efecto… quien lleva la corona, debe soportar su peso.
Las aguas de la familia Linares son profundas, y ahora esas aguas me están tocando a mi.
Helda, parada en la puerta, observaba como se acercaban tantas personas con actitud amenazante. “¿Necesita ayuda?”
Negué con la cabeza. “Este es un asunto de la familia Linares y no necesitas involucrarte, voy a pedirle al choter que te lleve a casa.”
Helda asintió.
Realmente no deberia involucrarse.
Después de despedir a Helda, segui a Nicanor hacia la sala.
La sala estaba llena. Al frente estaba Braulio, el primo de Felipe.
El Grupo Linares es un negocio familiar, pero fue Felipe quien lo levantó con sus propias manos. En un principio, para ganarse el favor de la familia Linares, trajo a todos a la compañia, pensando en
echarles una mano, pero no imaginó que se convertiria en un problema. Ahora que Felipe ha tenido un percance, todos parecen estar ansiosos por devorar su fortuna.
“Este es Braulio Linares“, me presentó Nicanor.
Hice una reverencia con respeto. “Mucho gusto.”
Braulio Linares gruñó.
Sabia que no me tenia ep alta estima.
“Braulio, esta es la que Felipe presentó en la fiesta, la nuera mayor, la señorita Ainara de la familia Galindo“, continuó Nicanor.
Braulio no dijo nada, pero un hombre con aire de matón a su lado habló. “Eh… Si el hijo y el nieto de Felipe murieron en un accidente, ¿de dónde salió la nuera mayor?” Content is © 2024 NôvelDrama.Org.
“El joven Mateo se había casado legalmente en el extranjero a los veinte años, su esposa era de ascendencia mestiza, de nacionalidad latina, por lo que Osvaldo es el legitimo nieto mayor“, explico Nicanor con voz grave.
“Eh… Un loco escondido por Felipe, la mayor vergüenza de la familia Linares, ¿puede ser válido un registro de matrimonio extranjero? Genaro Linares ya no tiene herederos, Felipe y Federico han tenido un accidente, ¡las posesiones de la familia Linares no se pueden perder! Tú, un simple asistente, ¿crees que trayendo a una forastera podrás arrebatar todo lo que pertenece a la familia Linares?”
El hombre golpeó la mesa con fuerza, mirándome con ferocidad.
Antes de renacer, probablemente le habria tenido miedo.
Lástima, él no ha visto lo que yo he visto.
“Si Osvaldo es el legitimo heredero de la familia Linares lo decidirá la ley. Es el nieto mayor del abuelo, el hijo mayor de Mateo, mi legitimo esposo, jel padre del niño que llevo en mi vientre!”
Lo mire con frialdad.
“Si han venido hoy por la salud del abuelo, los respeto, pero si han venido por la herencia, lo siento mucho. ¡Mayordomo! ¡Acompañelos a la salida!”
Señale hacia la puerta con voz firme
“Braulio, parece que Felipe lo penso bien, eh?” comentó con una risa que recordaba a un zorro viejo, mientras aplaudia. Su mirada se poso en mi vientre y continuo con una sonrisa. “Ese niño apenas está empezando a crecer. ¿verdad? Tendrá que cuidarlo bien para que nazca sin problemas.”
Era una clara amenaza.
“En cuanto a ese pobre loco…” La mirada de Braulio se oscureció. “Nosotros, la familia Linares, no…”
Era bien sabido que Braulio era uno de los más respetados en la familia Linares, después de Felipe era el que mas mandaba. Y Osvaldo llevaba la misma sangre de la familia. ¿cómo era posible que él, con toda su autoridad, se refiriera a el solo como un loco? “¿Dónde queda el respeto proplo de un mayor de la familia? Si esto se corre por ahi, nos van a mirar por encima del hombro a los Linares“, lo interrumpi sin dejar que terminara.
Sin darle tiempo a más, añadi con firmeza. “Mayordomo, por favor, acompañelo a la salida.”
Estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantenerme firme, pero sabia que mi resistencia tenia un
limite.
No me cabia la menor duda de que Braulio no se detendría y que pronto intentaria hacerle daño a mi bebé, y también a Osvaldo.
La desaparición repentina de Felipe y Federico mientras estaban de viaje no podia ser una coincidencia.
Actualmente, las situaciones en la familia Linares estaban cambiando.