Capítulo 770
Capítulo 770
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Capitulo770
Ema soltó una risa malvada y fria. -En el momento que Alejandro se divorció de Clara él ya la habia herido profundamente. Ahora, con este nuevo escándalo con Jimena, ¿crees que Clara, con su carácter fuerte, podría aceptarlo de nuevo? Enrique tenia una expresión pensativa y seria, pero antes de que pudiera responder, se escuchó un golpe en la puerta, y la voz nerviosa del mayordomo se oyo desde
afuera:
-Enrique, señora, la familia Rodriguez está aquí
-Di que no estoy en casa–respondió Enrique sin pensarlo
-Enrique, también está aquí el presidente del grupo Rodriguez, Mateo. ¿Estás seguro de que no quieres
salir a recibirlos?
Enrique sintió un repentino gran peso en su corazón
-Enrique, mira–Ema cruzó los brazos y sonno irónicamente, levantando ligeramente la comisura de sus
labios, -El matrimonio de Alejandro y Jimena aun no se ha resuelto, y nuestra familia ya no puede vivir
en paz. Hasta Mateo se ha involucrado en este asunto: Si esto continua asi, no terminará nada bien.
Mateo tenia las manos apoyadas en la cabeza de aguila de su baston, sentado con majestuosidad en el
centro del sofa, irradiando una presencia tan imponente que nadie en la familia Hernández se atrevia a
respirar.
-Mateo, ¿por qué no me avisaste de tu visita con anticipación, para poder recibirte adecuadamente?
Enrique dijo con una sonrisa mientras se acercaba junto a Ema.
En la sala de estar, los miembros de la familia Rodriguez se encontraban en un oscuro y lugubre silencio,
creando una atmósfera tensa y hostil
Enrique miró a su alrededor sin mostrar señales de inconformidad. -Mateo, ¿no te has sentido
incómodo por no haber sido recibido por mi?
-No estoy totalmente contento, y Enrique, tú sabes muy bien por qué–Mateo respondió con frialdad. Los miembros de la familia Hernández son muy orgullosos. Mi nuera vino personalmente y ni siquiera se dignó a recibirla. ¿Debo hacer presencia para que tu hijo me atienda ¿Jimena estaba abrazada por Isabella, sollozando suavemente, limpiándose las lágrimas con un pañuelo. Su rostro redondo y apenas Inspiraba compasión.
Enrique estaba a punto de hablar, pero Ema se adelantó: -Mateo, mira cómo hablas. Nuestro Alejandro no es un joven sin modales. Ese día simplemente no estaba presente. Si hubiera estado, ¿por qué no iba a recibirte? Con el mayor de los gustos lo hubiera hecho.
-No te estoy preguntando a ti, si no a tu marido–Mateo le miró con desprecio, sin siquiera mirar a Ema. Pero tanto Mateo como Fernando eran figuras legendarias en México, y Ema no podía competir con ellos.
Isabella reprimió una sonrisa, sintiéndose satisfecha. Ema, una actriz de origen humilde, había ascendido de posición al involucrarse con Enrique, cruzando las barreras de clase. Sin embargo, seguía sin comportarse con moderación, siendo muy abierta y desinhibida. Había dado a luz a dos hijas, una de las cuales tenía malas intenciones, y la otra era discapacitada, y ahora intentaba seducir a su preciado hijo. i
Esto era una ilusión absurda! This text is © NôvelDrama/.Org.
-Enrique, la última vez nos dijiste que Alejandro no estaba en casa y dejaste a nuestros miembros de la familia Rodriguez sin verlo. Si esta vez tampoco lo vemos, no me iré–dijo enfáticamente Mateo.
Luego, Mateo hizo un gesto a Jimena, quien lloraba y se acercó a él con ojos llorosos, se arrojó en los brazos de su abuelo. -¿Tu hijo está tratando de esconderse y no asumir la responsabilidad de lo que le
ha hecho a mi nieta? -preguntó.
En ese momento, una voz fría y tranquila, como el hielo, resonó: -Estos días, ¿por qué no me he explicado? Nadie debería conocer la verdad mejor que la misma Jimena.
Todos se quedaron asombrados y miraron hacia arriba