Chapter 650
Chapter 650
Capítulo650
¡Boom!
La puerta se cerró de un golpe.
Después de unos minutos, Leonardo y su secretario salieron. Se podía observar en sus ojos una
mirada feroz, y su reloj de acero brillante en la muñeca derecha. Desde la habitación aún se
escuchaban súplicas dolorosas.
-Tú quédate aquí y encárgate de todo esto-dijo.
-Como usted mande.
-Clara… esta chica es realmente interesante-Leonardo dejó escapar una mirada siniestra
mientras apretaba los dedos. -Hace mucho tiempo que no encuentro a alguien que se atreva a
desafiarme cara a cara, y encima, ¡es una mujer! Hmm, si ella quiere jugar, entonces jugaré con
ella, y lo haré muy bien, ¡se lo aseguro!
Toda la ira que Clara había acumulado, la había liberado con Diego, y lo había hecho con gran
satisfacción. Sin embargo, Diego todavía se sentía algo incomoda.
Clara, con su agudeza visual, se retiró primero, dejando a Aarón a solas con ella. Ambos se
dirigieron al balcón al aire libre para tomar un poco de aire y calmar todo el enredo que ambos
tenían en la cabeza.
Aarón vio a Inés, encogiéndose de hombros y rápidamente se quitó la chaqueta y se la colocó sobre
sus hombros. -Señorita Inés, hace mucho viento aquí. Ponte esto.
-Aquella noche, cuando Fátima vino a buscarme… ¿fue porque se lo contaste a mi hermana?
Inés giró lentamente su cuerpo, con una mirada confusa y complicada en sus ojos.
Aarón se quedó atónito por un momento y respondió con suavidad: -Sí. fui yo quien se lo reveló a
la señorita.
-¿Por qué hiciste eso? Mi asunto con Fátima es solo mío, ella no tiene nada que ver. ¿Por qué
involucraste a mi hermana en esto? -Inés estaba angustiada, frunciendo el ceño. Mi hermana
está bastante ocupada, y cansada habitualmente. ¿Cómo puedes hacerla preocuparse por estas pequeñeces? Además, esto también afectó a Leonardo. ¡Mi hermana casi tuvo un enfrentamiento
-Pero señorita Inés…
-Aarón, eres el secretario de mi hermana, también sé que tienes sentimientos por ella, ¿por qué no consideraste antes que debes ser más prudente en una situación como esta y más en estos Material © of NôvelDrama.Org.
momentos? -Inés habló con un tono más fuerte, preocupada. -¿Y si Leonardo se enoja y causa
problemas para mi hermana en el futuro? ¿Has pensado en las graves consecuencias de eso?
Ante su interrogante, Aarón sintió un dolor agudo en lo más profundo de su corazón. Se sintió
confundido y desesperado, y agarró bruscamente los delgados hombros de Inés. Su mirada fría y
penetrante. ¡¡¡Estoy bastante enojado, señorita Inés! ¡Quiero ayudarte a desahogarte! ¡Porque temo
que esa ti pa te siga molestando en la escuela! Cada vez que pienso en el insulto que te hizo esa
noche, no puedo soportarlo… ¡Solo quiero correr hacia ti y protegerte!
-Aarón… -Inés quedó atónita de repente, mirando con amor sus ojos llenos de pasión. El calor que
emanaba de sus palmas húmedas se infiltraba en sus hombros, se mezclaba con su sangre y se
enredaba en su corazón, haciendo que este latiera descontrolada.
-Sé que esta vez te he utilizado para mi propio beneficio, señorita. Me disculparé con la señorita
Clara. Pero, señorita Inés, ya no puedo preocuparme por todo eso… ya no puedo…
Aarón y ella se encontraron con la mirada, sus respiraciones se volvieron rápidas y entrecortadas,
mientras el rubor se extendía por sus mejillas. -De veras que me odio a mí mismo, porque no
tengo la suficiente habilidad para decirselo en la cara, un completo inútil es lo que soy yo. Pero si
puedo protegerte, estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti, hasta el fin del mundo iré para que
nada malo te pase.
Inés sintió cómo sus mejillas se sonrojaban intensamente y lágrimas aparecían en sus ojos. De
repente, se inclinó hacia adelante y apoyó con suavidad la frente en el ancho hombro de Aarón.
Había leído una vez una frase parecida.
¡¿Qué es el amor y como se siente estar en amor?!
Es la valentía de los cobardes, la generosidad de los pobres;
La perseverancia de aquellos que consideran los azares de la vida, el arriesgado juego de los
cautelosos;
El esfuerzo de aquellos que no son buenos con las palabras para expresar torpemente con sus
acciones lo que inunda su corazón;
Pero también, la determinación inquebrantable y sin remordimientos de hacer lo imposible por el ser que se ama, sin importar las circunstancias y lo que pueda traer el futuro.