Chapter 690
Chapter 690
Capítulo690
Diego se puso serio y le dio un golpecito en el hombro, -Sin embargo, en el futuro, ten cuidado con
lo que dices sobre Alejandro delante de Clara.
Javier se dio cuenta de lo que Diego estaba insinuando y sintió una mezcla de emociones en su Content (C) Nôv/elDra/ma.Org.
interior. Afirmó con la cabeza.
Mientras tanto, en el segundo piso del Hotel KS World, Pol estaba de pie junto a la barandilla,
observando ansiosamente la figura apresurada de Julio y Fernando abajo. Sus ojos detrás de las
gafas de sol reflejaban un estado de ánimo sombrio y desolador.
-Pol- su secretario se acercó rápidamente y se inclinó para susurrar, -He averiguado, que Clara
estuvo a punto de ser atacada por un criminal en el estacionamiento mientras protegía a Luz. Fue
Alejandro quien apareció de repente y recibió un golpe en la cabeza con un palo para salvarla.
Pol frunció el ceño, la idea le pareció muy aterradora incluso al pensar en ella.
-Cierra la boca- Pol lese disgustó considerablemente, haciendo que su secretario se callara de
inmediato.
-Luego, ¿qué pasó? ¿Murió en el acto? – Pol preguntó con voz grave.
-No, pero cayó en un coma profundo y sufrió una grave herida en la cabeza— respondió el
secretario nerviosamente.
-¿Y Clara? – preguntó Pol con ansiedad.
El secretario tragó saliva nerviosamente-Clara, se dirigió al hospital.
-Está bien- Pol de repente soltó una risa siniestra, sus ojos se enardecieron y su expresión se
volvió amenazante, como si dentro de él se escondiera una bestia a punto de perder el control.
-Alejandro, ¿en serio? Por Clara, ¿realmente es capaz de soportar tanto, usando estrategias para
ganarte su compasión una y otra vez? Deja que disfrute de su momento de gloria, porque muy
pronto, haré que todos sus esfuerzos sean en vano. Mientras yo viva, nunca podrá recuperar el
corazón de Clara.
Alejandro fue llevado en una ambulancia a la sala de emergencias del Hospital de la familia Pérez.
Julio y Diego lo acompañaron mientras ayudaban a Fernando y a sus subordinados a llegar apresuradamente al hospital.
-Alejandro, Alejandro, ¡mi nieto! – gritó Fernando desesperadamente.
El anciano caminaba tambaleándose de un lado a otro preocupado por Alejandro. Si no fuera por la
ayuda de padre e hijo de la familia Pérez, probablemente no habría podido dar ni un solo paso.
-Fernando, no se preocupe. Este hospital cuenta con los mejores médicos, bajo la bandera de la
familia Pérez, y los equipos médicos más avanzados. Además, he ordenado a Diego que contacte
los mejores especialistas para que atiendan a Alejandro. Seguramente encontrarán una solución
sólida. Su nieto estará a salvo- Julio trató de tranquilizar a Fernando a pesar de sentir también
una gran ansiedad.
-¿Cómo es que pasó de estar bien a estar en este estado? – Fernando se sentó pesadamente en
una silla, sus lágrimas desbordaron por su arrugado y envejecido rostro. -¡Mi buen nieto, tienes
que aguantar!
-Abuelo- escucharon que alguien los llamaba y todos se voltearon.
Clara llegó, visiblemente agotada, avanzando lentamente hacia Fernando. Se arrodilló ante él con
una rodilla en el suelo.
-Abuelo- Fernando se sorprendió al verla pálida y con los ojos llorosos-Irene.
-Abuelo, lo siento- Clara parecía asfixiada, su voz llena de culpa. -Alejandro está en esta
situación por mi culpa.