Capítulo 454
Capítulo 454
*Jazmin, tú…” Detrás de Jazmin estaban Abelia, Loreto, Max y Aragón, y ellos seguramente escucharon todo lo que se dijeron, dejando a Bosco con la cara verde de la vergüenza.
Pero más allá de sentir vergüenza, lo que más sentia era impotencia y dolor.
La indiferencia y frialdad de Jazmín eran como una espina clavándose en su corazón.
Cuando ella habló de cortar lazos, su tono fue tan definitivo..
Para la familia Alcaraz, para todos ellos, no había ni un poco de nostalgia ni cariño.
Él todavia recordaba los momentos que compartieron de niños, momentos que aún le parecían hermosos y llenos de calidez.
¿De verdad no quedaba nada de esos recuerdos en ella?
*Jaz, ¿y este quién es, por qué es tan pesado?”
Max conocía a Bosco, pero en ese momento fingía no conocerlo, se acercó a Jazmín mirando a Bosco de arriba a abajo con desdén y le dijo con poca cortesia: “Oye, tú, ¿acaso no lo entiendes? ¿No ves que Jaz no quiere hablarte?”
Luego, mirando el pasador de diamantes en la mano de Jazmín, se burló con una risa: “¿Qué, piensas que Jaz aún es una niña de tres años? Mejor llévate esa cosa a casa y usalo para engañar a tu propia hermana. Jaz, vámonos, ¿para qué perder el tiempo hablando con él?
Todos sabían que Jazmin se habia mudado de la casa de los Alcaraz.
Aunque no conocían los detalles, si no hubiera sido por algo malo de parte de la familia Alcaraz, ¿ella se habría mudado?
Así que, naturalmente, no trataron a Bosco con mucha amabilidad.
Bosco se puso pálido y luego furioso por los comentarios de Max: “¿Y tú quién eres, qué tiene que ver contigo lo que le hable a mi hermana?”
¿Tu hermana?” Max esbozó una sonrisa y se giró hacia Jazmín, “Jaz, ¿éste es tu hermano?”
Jazmín ni siquiera mìró a Bosco, su voz sonaba indiferente: “No lo es.”
Bosco se puso pálido y luego furioso de nuevo, conteniendo la furia con una profunda inhalación.
“¿Escuchaste?” Max lo miró fijamente, “Jaz dijo que no es tu hermana. ¿Qué, todavía hay gente que anda por ahí queriendo ser hermano de alguien? Si tanto quieres una hermana, vuelve a casa y dile a tu mamá que te dé una, ¿qué es eso de andar reconociendo a otros como hermanos a la fuerza?”
Las palabras de Max fueron duras, y Bosco se puso extremadamente incómodo.
“Vámonos. Jazmín levantó un poco la barbilla, se giró sin mirar más a Bosco, “Tengo hambre, vamos a comer.”
¡Tú no eres el hermano de Jaz, así que ni te vamos a tomar en cuenta!” Max lanzó una última mirada feroz a Bosco y se giró, subiéndose al coche con los demás.
Bosco se quedó parado, apretando los labios, su rostro estaba tenso mientras veía a varias personas subirse a aquel Rolls–Royce
negro.
La placa del coche era un conjunto de números poco comunes.
Aunque no era tan impresionante como la placa que había visto antes en el coche de Elio, una placa con 7799 tampoco era algo que cualquier persona con dinero pudiera tener.
Al parecer los amigos de Jazmín no eran gente común.
Pronto, el Rolls–Royce negro se alejó.
Bosco se quedó parado un rato antes de volver a su coche, sintiéndose como si le hubieran arrancado un pedazo de corazón, con una sensación de vacío en su pecho.
Ya no tenía ánimos para nada.
Greta había estado mirando todo desde el coche con la ventana abierta.
Al ver la cara de desolación de Boscoy el pasador de diamantes que sostenía, Greta apretó los dedos, sintiéndose extremadamente incómoda, pero aun así fingió preocupación al preguntarle: “Hermano, ¿Jazmín no… no quiso venir con nosotros?”
Bosco, con una expresión triste, sintió un dolor agudo en el pecho.
Todo lo que tenía en mente era cómo Jazmín se acurrucaba contra él cuando eran niños, y cómo ahora, fria como el hielo, lo trataba Belonging © NôvelDram/a.Org.
Como a un extraño.