Capítulo 98
Capítulo 98
Después de terminar el trabajo por la noche, Evrie preparé una mesa llena de comida deliciosa, con platos de carne y vegetales, una combinacion nutritiva, casi todo lo que a Farel le encantaba comer.
Incluso, sin importarle la molestia, preparé unos refrescantes entremeses, usando técnicas de conservacién campestres que él adoraba.
Evrie dispuso los platos en la mesa, calculando que Farel no tardaria en llegar. Se aposté en la puerta, espiando por la mirilla.
Como era de esperarse, poco después se escucharon pasos afuera y Farel salié del ascensor, caminando con calma hacia su apartamento.
Al verlo acercarse, Evrie abrié la puerta de golpe y le dijo al otro lado: —Dr. Farel, gya terminaste tu turno? La cena esta lista, preparate y ven a comer. —
Farel, con la mano en la manija, le echo un vistazo y arqueo una ceja con picardia. —<¢Qué te ha dado hoy por ser tan diligente? ; Quieres algo de mi? —
Evrie sonrié con timidez: —Al Dr. Farel le gusta mi comida y valora mis habilidades culinarias, por supuesto que tengo que esforzarme un poco. —
Su comentario soné a todo menos sincero.
Farel solt6 una risita sarcastica: —Carifio sin causa, o tienes un plan o algo quieres robar. — Evrie se quedo sin palabras.
Qué podria estar planeando o robando?
Después de que Farel se cambiara a ropa cOmoda en su apartamento, se dirigid con tranquilidad desde su puerta hacia el comedor de Evrie.
Al ver la mesa llena de comida deliciosa, sus ojos se estrecharon atin mas.
De manera tranquila, le lanz6 una mirada sombria a Evrie, se senté sin hacer ruido y ella, diligentemente, le sirvid un plato de arroz y un tazon humeante de sopa de pescado, colocando frente a él sus platillos favoritos.
Costillas a la barbacoa, camarones con verduras mixtas, tiras de chayote salteadas...
El aroma intenso de la sopa y el de los platillos era suficiente para tentar a cualquier paladar.
—Dr. Farel, preparé todo lo que te gusta. Si algo no esta de tu agrado, dimelo y lo mejoraré para la proxima. — Durante la cena, Evrie lo atendié en todo, sirviéndole mas comida y llenando su taza de sopa.
Era un comportamiento tan atento que contrastaba totalmente con su habitual testarudez.copy right hot novel pub
A Farel le gustaba la sensaci6n de ser mimado y atendido por ella. Rara vez veia a Evrie tan considerada, incluso cuando estaban en la cama y ella se volvia loca con él, siempre tenia su propia linea y dignidad.
Le gustaba verla ahora asi, sin espinas y suave como una oveja. Aunque sabia que era una cena con segundas intenciones, Farel se permitio disfrutar de la comida con tranquilidad.
Una vez termin6, se recosté ligeramente y con una expresion que parecia haber descubierto el verdadero proposito de Evrie, hablé con desinterés.
—Vamos, dime, gqué es lo que quieres pedirme? ,Dinero? ,Cuanto necesitas? —
Evrie solia acudir a él solo cuando estaba en apuros econdémicos.
Y él tenia mucho dinero.
Evrie no era ambiciosa, siempre pedia cantidades modestas, nada que compararse con los gastos cotidianos de él.
Si estaba contento, no le importaba darle algo de dinero para sus gastos. Después de todo, mantener a una mujer también implicaba desembolsar.
Y él estaba mas que dispuesto a hacerlo.
Pero la siguiente frase de Evrie cambid el semblante de Farel por completo.Material © NôvelDrama.Org.
—Quiero irme al extranjero lo antes posible, la salida mas rapida es en una semana, el proximo miércoles, gpuede ser? — Evrie observaba cautelosa la expresién de Farel.
Como esperaba, su rostro se torné oscuro, la sonrisa que habia tenido se enfrid considerablemente y su mirada se volvid severa.
Evrie trago saliva, sintiendo un sudor frio en las palmas de sus manos. Aunque sus labios sonreian, el hielo en su mirada le helaba la espalda a Evrie.
Sabia que se habia pasado de la raya, después de todo, él era su benefactor y estaba interesado en su cuerpo, queria tenerla a su disposicién cuando le placiera.
Si ella se iba a Brasil, perderia esa disponibilidad. Dado el interés que Farel alin mostraba por ella, era improbable que la dejara ir.
Pero el proyecto en Brasil era crucial para ella, las oportunidades de cambiar su destino no venian a menudo, y ciertamente no queria, ni podia permitirse perder esta.
Nunca antes habia hablado tan activamente sobre este tipo de cosas obscenas. Hoy, simplemente no tenia vergiienza.