Capítulo 49
Capítulo 49
Consciente de que Bryan había estado secretamente enamorado de Natalie, su representante no pudo resistirse y le preguntó: -¿Por qué no le dijiste que habías comprado la villa junto a la suya?
Bryan negó con la cabeza. —Todavía no es el momento.
Al menos tenía que esperar a que ella se divorciara de Leonardo antes de confesarle sus sentimientos; de lo contrario, sólo le causaría más preocupación.
La representante no pudo evitar burlarse de él: -Nunca había visto a alguien tan bueno aguantando como tú. Si sigues así, deberías considerar convertirte en monje.
Al principio, ella desaprobaba el interés de Bryan por Natalie y sus intentos de conquistarla debido a su falta de antecedentes.
Pero después, se decía que él se había integrado a la familia Guzmán, y con ese respaldo, naturalmente ella no se oponía a sus sentimientos hacia Natalie.
-Basta, ve a casa. Ven por mí mañana por la mañana.
Al entrar a la sala de estar, Bryan encendió las luces. El diseño y la decoración de esa villa eran casi idénticos a los de la casa de Natalie, y él incluso compró libros que a ella le gustaban, algunos de los cuales eran ediciones agotadas que tardó mucho en conseguir.
No obstante ello, aún le gustaba quedarse en la villa de Natalie, pues ahí encontraba el eco de su alma, como si su presencia aún danzara en cada rincón.
Pensó que, algún día, esos sentimientos siempre guardados debería ser capaz de contárselos a ella personalmente.
Bryan agarró un libro y, apenas se sentó en el sofá, recibió una llamada del mayordomo de la familia Guzmán.
-Señor Bryan, su padre ha empeorado. Por favor, regrese a visitarlo. Está deseando verlo.
Al escuchar eso, Bryan sintió como si algo le impidiera respirar, y le llevó un buen rato antes de responder fríamente: -Hay/muchas personas cuidándolo, no me necesita.
El mayordomo se sintió un poco impotente y rogó en voz baja: -Aunque su padre cometió errores en el pasado, ahora está arrepentido… Además, quiere entregar la familia Guzmán a usted, así que… This is property © of NôvelDrama.Org.
Bryan frunció el ceño y lo interrumpió sin piedad: -Esto no me importa, ¡ni me interesa la familia Guzmán! ¡No vuelvas a llamarme!
Después de eso, colgó directamente la llamada.
Su mano que sujetaba el libro se apretó inconscientemente, y después de lo que parecía un siglo, cerró poco a poco los ojos, ocultando el odio que albergaba bajo ellos.
Por otro lado, cuando Natalie llegó a casa, ya pasaron las diez de la noche.
Tan pronto como entró en el salón, encontró a Leonardo frunciendo el ceño y mirándola fijamente.
-¿Por fin has regresado?
Ella hizo como si no hubiera escuchado su comentario lleno de ira y se dirigió tranquilamente escaleras arriba.
-¡Detente!
Ante eso, Natalie se detuvo en la base de las escaleras y se volvió para enfrentarse a Leonardo.
-Señor Ramos, ¿hay algo que necesites?
-¡No vuelvas a relacionarte con Bryan en el futuro!
Natalie se rio fríamente. -Lo siento, creo que no puedo hacer eso.
Leonardo se enfureció tanto que hasta dejó escapar una risita, y dijo entre dientes: -Parece que si no te doy una lección, no aprenderás.
Natalie lo miró inexpresiva y preguntó en tono gélido:
-¿Y qué? ¿Qué es lo que quieres ahora?
Leonardo frunció el ceño, emanando una fuerte presión con su expresión sombría.
-Nada especial. Sólo planeo que Bryan descanse un poco más y sus películas anteriores no puedan estrenarse.
La expresión tranquila de Natalie finalmente desapareció ante esas palabras. Rechinó los dientes y le gritó: -¡No pensé que fueras tan vil! 1
-¿Me llamas vil sólo por un mantenido? ¡Natalie, no olvides que yo soy tu marido!
Natalie lo miró con sorna y replicó: -¿Mi marido? ¿Es el marido que engaña, permite que su amante me manipule pero la encubre? ¿El que nunca me ha considerado importante? ¿O es el marido egocéntrico que impone sus ideas sobre mí?