Capítulo 118
Capítulo 118
Rodrigo se enfadó y frunció el ceño. NôvelDrama.Org copyrighted © content.
-Alejandro, es mi libertad salir de compras o pasar tiempo con quien quiera. Nos hemos
divorciado y aún así sigues buscando problemas. Es ridículo -Clara ignoró su expresión molesta.
¿Estaba enojado?
¿Por qué estaría enojado? Seguramente no sería porque la vio con Rodrigo, ¿estaba celoso? 1
No podía ser, Alejandro ni siquiera la amaba, ¿cómo podría sentir celos?
-No hemos finalizado el proceso de divorcio y tú sales a pasear con mi hermano de forma tan descarada. ¿Qué pensarán los demás de familias Hernández y Rodríguez? ¿Quieres causar problemas? -El pecho de Alejandro se oprimió y sus ojos se volvieron aún más rojos.
Rodrigo levantó una ceja y pensó para sí mismo: ¿Espera que yo sea su salvavidas cuando él no puede encontrar una salida por sí mismo?
Clara encontró la situación ridícula y nada divertida. -Alejandro, aparte de las personas de la
familia Hernández, ¿quién más sabe que soy tu esposa?
Alejandro abrió los ojos de par en par, sintiendo una fuerte oleada de emociones en su pecho.
-Hemos estado casados durante tres años, ¿alguna vez me has mostrado en público? ¿Me has
llevado a conocer a tus amigos? ¿Has celebrado una boda para mí?
Clara sonrió radiante, como si estuviera provocándolo a propósito. -No te preocupes, incluso si
pongo mi rostro en la pantalla gigante del centro comercial, nadie sabrá que Irene soy yo, la ex esposa de Alejandro. Y en cuanto a ti y Rodrigo, estás preocupándote demasiado. Sigamos nuestros caminos separados y, si nos encontramos fuera, hagamos como si no nos conociéramos. Después
de todo, un ex digno debería estar tan callado como un muerto.
Después de decir eso, Clara se alejó resuelta pasando junto a Alejandro.
Rodrigo reflexionó seriamente durante un segundo.
Finalmente, eligió dejar a su hermano de lado y seguir a la persona que tenía en su corazón.
Alejandro miró furioso la espalda de Rodrigo mientras exhalaba, sus venas resaltaban en su mano.
Su expresión estaba llena de desesperación.
No sabía por qué, pero tenía la sensación de que le habían arrebatado a una mujer, como si su
propio hermano le hubiera apuñalado por la espalda.
Se dice comúnmente que los hermanos deben apoyarse mutuamente, pero en el caso de Rodrigo,
se convirtió en una traición a su hermano por una mujer. (1)